Mensaje Especial por el Día Internacional de la Mujer

Marzo 08, 2024

Mensaje de nuestra Abogada Asociada, la Licda. Eugenia Rojas González.

El 8 de marzo se conmemora y reconocen los logros, derechos y contribuciones de las mujeres en todo el mundo. La fecha tiene sus raíces en la lucha histórica por la igualdad de género y mejores condiciones laborales y en los hechos violentos que se desarrollaron en Nueva York allá en el año 1857, cuando un grupo de mujeres decidió protestar por las pésimas condiciones de trabajo que imperaban y, que si bien afectaban a todos los trabajadores, la vulnerabilidad afectaba de manera significativa a las mujeres quienes enfrentaban salarios que, en ocasiones, eran inferiores a la mitad de lo que percibían los hombres, simplemente por el hecho de ser mujer.

Y sabemos que este hecho histórico es uno de muchos esfuerzos en favor de las mujeres, y que cada generación ha ido heredando el deber y la responsabilidad de luchar y promover la igualdad de género, contribuyendo así al avance y la consolidación de principios fundamentales. Hoy, 8 de marzo, celebramos el coraje, la resiliencia y la indomable fuerza de todas las mujeres, verdaderas forjadoras de caminos, líderes incansables y arquitectas de un futuro mejor para todos.

Recordemos que cada victoria por los derechos de la mujer es un paso hacia una sociedad más justa y equitativa: El derecho al voto, a mejores salarios, a la educación. La protección contra la violencia, el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad… Pero como sociedad necesitamos seguir desafiando normas, rompiendo las barreras del machismo y construyendo un futuro donde cada mujer pueda florecer sin limitaciones. Aspiro a una sociedad en la que el tema de género ya no sea un elemento diferenciador, porque solo ese día podremos hablar de verdadera igualdad.

¡Hoy honro a las que han allanado el camino en esa búsqueda constante de derechos legales y abrazo la responsabilidad de forjar un futuro donde cada mujer pueda escribir su propia historia de libertad, empoderamiento y éxito!

Como mujer, me enorgullezco del camino recorrido. Cada batalla, cada lección, cada caída y cada lágrima han sido parte fundamental de mi historia y me han convertido en la mujer fuerte y resiliente que soy hoy. Cada experiencia ha sido mi maestra. Aún aquellas que para otros podrían ser pérdidas, para mí han sido ganancia. La vida me ha enseñado que de los errores se extraen lecciones valiosas y ¡no puedo considerar una pérdida aquello de lo que se aprende! Cada desafío, cada tropiezo, ha sido una oportunidad para crecer, mejorar y fortalecerme. La vida no es un ganar o perder.

Te invito a que celebres conmigo no sólo los triunfos, sino también los desafíos que nos ayudan a moldear la fuerza interior.

Gracias a todas las mujeres en mi vida, en especial a mi madre Flora quien, en medio de una cultura que favorecía los roles de género tradicionales, supo plantar la buena semilla en mí, y a mi preciosa hija Adriana, bastión de fuerza y amor inquebrantable. Gracias a ambas por iluminar mi camino con su valentía, por ser mi refugio en las tormentas y por ser la esencia misma de la palabra amor. En ustedes encuentro mi inspiración y mi fortaleza. ¡A todas las mujeres que han dejado una huella imborrable en mi corazón, les dedico mi más profundo agradecimiento!